Tras un estudio social, se llega a la conclusión de que mucha gente no usa la bicicleta habitualmente para moverse por la ciudad por miedo a robos y por una cuestión higiénica.
Propuesta
Crear un módulo base con piezas complementarias todo de plástico que ofrezca diferentes servicios a los usuarios de las bicicletas. Se trata de un juego modular que permite un recambio fácil y barato de las piezas en caso de rotura.
Las proporciones del módulo (2,4m largo x 1,2m ancho) permiten combinar múltiples módulos con diferentes funciones tanto en una linea como en dos.
Dependiendo de la zona donde se ubiquen los módulos se pueden disponer de un punto de información, máquinas dispensadoras de primeros auxilios y bebidas y alimentos específicos para deportistas como isotónicos o fruta y frutos secos, vestidor para cambiarse de ropa, cajeros automáticos, máquinas para inflar las ruedas o sitio para aparcar la bici de una manera segura con taquilla incluida.
Todo este módulo se entiende gracias a la financiación de la que se dispondría ya que permite grandes superficies para publicidad.
Localización
Por su multifuncionalidad, puede decidirse utilizar un tipo de piezas u otro para proporcionar diferentes servicios según la zona de la ciudad. Seguramente las piezas que permiten aparcamiento o vestidor se entenderían más si el módulo se adquiriera por una empresa, o en la Diagonal donde existen multitud de oficinas. En cambio en los circuitos específicos para ciclistas convendrían los módulos de máquinas dispensadoras o inflador de ruedas.
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